Gracias Gabriel
Hay días en que uno despierta de lo lindo, el día brilla, las cosas te salen bien, como que toda tu vida está bien. Pero las horas siguen pasando y en todo tu regocijo por la felicidad, te das cuenta que en verdad no estás completo. Que todavía hay algo que te falta para encontrar esa felicidad. Y te preguntas qué es esa carencia que te cambia la mirada alegre por una taciturna.
Esa ausencia no es la misma en todos, cada uno tiene sus propias preocupaciones y problemas insolucionados. Ese detallito que notaste en tu persona, ese detallito que brilla por su ausencia, te cambia por completo. Te empieza a dar rabia por no poder tener aquello que tanto deseas y tanto te afecta no poseer. En esos momentos te dan unas ganas de desaparecer y aislarte. Porque sabes que hablar con alguien más no ayudará, sólo te restregará el hecho de que no tienes tal cosa que es escencial para tí. No quieres hablar con nadie, no quieres escuchar palabras que no sean las que flotan en tu mente, no quieres nada con el mundo por ese momento que estás pasando. No soportas nada. Te cuesta sacar una sonrisa y poder mirar a los ojos con dulzura. Sientes que es una frustración, que te gustaría cambiar la situación, pero la angustia te carcome y te desintegra poco a poco. También sabes que pasará, pero aún así sientes que acabará contigo. El estado en que estás no te permite cambiar la situación, aceptas sumiso lo que te ocurre, quizás porque no hiciste nada para conseguir lo que te falta, o tan sólo porque el destino no lo quiso así para tí. Nunca se sabe. En esos momentos de natación en la soledad y la autodecepción, no sabes qué hacer. Y según yo, hay algo que funciona a la perfección:
Cuando te sientas así, yo sé que lo único que podría saciar un poco esa hambre de alivio, es el llanto. Lágrimas que son reconfortantes y un desahogo para el alma agobiada. Pero no es fácil de obtener, por lo menos a mi me cuesta demasiado, así que tengo otras alternativas de alivio. Una de ellas es el desahogo físico, algunos momentos sientos deseos de romper algo, algo hermoso, pero nunca me he atrevido, y espero no hacerlo. Pero la opción que sí aplico, es la del potenciamiento. Si me siento deprimido, busco deprimirme más. Me encierro en mi pieza, pongo música perfecta para sentir la pena y aflorar todos esos pensamientos, actitudes y hechos que me hayan hecho sentir como me encuentro. ¿Para qué? Para exprimir mi pena. Llegar tan al fondo de ella que pueda removerla desde ahí y poder comenzar con una nueva etapa. Es lo mejor que se puede hacer, porque en la vida no todo es felicidad. En la vida hay que pasar por todos los estados; la pena la podrás experimentar por amor, por una meta no cumplida, una pérdida, en fin, por cualquier cosa, pero debes sentirla.
Puede parecer redundante, pero necesito recalcarlo, cuando sientas pena, no te escapes de ella, enfréntala y aprende a disfrutarla a su manera. Y recuerda que después de la tormenta siempre llega la calma, y cuando el cielo se despeje, puede ser que encuentres la solución a lo que te aproblema.
Esa ausencia no es la misma en todos, cada uno tiene sus propias preocupaciones y problemas insolucionados. Ese detallito que notaste en tu persona, ese detallito que brilla por su ausencia, te cambia por completo. Te empieza a dar rabia por no poder tener aquello que tanto deseas y tanto te afecta no poseer. En esos momentos te dan unas ganas de desaparecer y aislarte. Porque sabes que hablar con alguien más no ayudará, sólo te restregará el hecho de que no tienes tal cosa que es escencial para tí. No quieres hablar con nadie, no quieres escuchar palabras que no sean las que flotan en tu mente, no quieres nada con el mundo por ese momento que estás pasando. No soportas nada. Te cuesta sacar una sonrisa y poder mirar a los ojos con dulzura. Sientes que es una frustración, que te gustaría cambiar la situación, pero la angustia te carcome y te desintegra poco a poco. También sabes que pasará, pero aún así sientes que acabará contigo. El estado en que estás no te permite cambiar la situación, aceptas sumiso lo que te ocurre, quizás porque no hiciste nada para conseguir lo que te falta, o tan sólo porque el destino no lo quiso así para tí. Nunca se sabe. En esos momentos de natación en la soledad y la autodecepción, no sabes qué hacer. Y según yo, hay algo que funciona a la perfección:
Cuando te sientas así, yo sé que lo único que podría saciar un poco esa hambre de alivio, es el llanto. Lágrimas que son reconfortantes y un desahogo para el alma agobiada. Pero no es fácil de obtener, por lo menos a mi me cuesta demasiado, así que tengo otras alternativas de alivio. Una de ellas es el desahogo físico, algunos momentos sientos deseos de romper algo, algo hermoso, pero nunca me he atrevido, y espero no hacerlo. Pero la opción que sí aplico, es la del potenciamiento. Si me siento deprimido, busco deprimirme más. Me encierro en mi pieza, pongo música perfecta para sentir la pena y aflorar todos esos pensamientos, actitudes y hechos que me hayan hecho sentir como me encuentro. ¿Para qué? Para exprimir mi pena. Llegar tan al fondo de ella que pueda removerla desde ahí y poder comenzar con una nueva etapa. Es lo mejor que se puede hacer, porque en la vida no todo es felicidad. En la vida hay que pasar por todos los estados; la pena la podrás experimentar por amor, por una meta no cumplida, una pérdida, en fin, por cualquier cosa, pero debes sentirla.
Puede parecer redundante, pero necesito recalcarlo, cuando sientas pena, no te escapes de ella, enfréntala y aprende a disfrutarla a su manera. Y recuerda que después de la tormenta siempre llega la calma, y cuando el cielo se despeje, puede ser que encuentres la solución a lo que te aproblema.
1 Comments:
Así que aprendiendo y enseñando, ahora entiendo por qué te importa que alguien lea, al menos este blog...
Yo como escribo puras wevadas al final del día nadie va a salvar su vida leyendo lo que escribo.
El esfuerzo y la depresión.
Creo que al menos te has esforzado en deprimirte, si es cierto lo que dices, y también que te has esforzado para escribir mucho, incluyendo tu proyecto de libro que alguna vez lei cuando estaba en internerd.
Hay que seguir dándole a las teclas del computador, ese es mi mensaje para ti. Aunque no te de un futuro, te puede dar un desahogo que no mencionas, y risas cuando lo vuelvas a leer.
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